En Casa de las Especias, cada botella es un testimonio de nuestra pasión y compromiso con la excelencia vitivinícola. Situada en el corazón de un valle a 750 metros sobre el nivel del mar, nuestra bodega se beneficia de un microclima espectacular y un terreno singular que cuenta una historia geológica única.
Nuestra joya, la Monastrell, es conocida por su complejidad y riqueza aromática, y es la protagonista de nuestros vinos. En Casa de las Especias buscamos la perfección en cada etapa de la producción, reflejando la excelencia en el sabor y la calidad de cada vino.
Innovación y tradición se unen en nuestra bodega. Exploramos nuevas prácticas y adoptamos la tecnología para sorprenderte con cada sorbo. Cada botella es el fruto de un legado que se remonta a los albores de la historia humana, un testimonio de la profunda conexión entre el hombre, el arte y la viña.
