Hablar de la Denominación de Origen Yecla es hablar de unidad (es la única DO de España cuyas tierras se encuentran en un único municipio, Yecla), es hablar de tradición, de familia y de historia. Pero también es hablar de innovación, ya que su vocación exportadora (casi toda su comercialización se realiza fuera de España) ha hecho que esté familiarizada con las nuevas tendencias del sector, mucho más concienciadas con el medio ambiente y la protección del entorno.
Situada en el sur este de España, Yecla es una zona de transición entre el Mediterráneo y el interior de la península Ibérica, y sus viñedos están entre los 535 y los 870 metros sobre el nivel del mar. Es lugar de inviernos largos y fríos y veranos calurosos, con una diferencia de temperatura de unos 20º de media, y las precipitaciones de lluvia están localizadas en otoño y primavera. Todo ello permite una excelente maduración de la uva.
Los suelos son de tipo calizo, con presencia de carbonatos en el subsuelo y superficie arenosa con formaciones de arcilla, un suelo pobre en materia orgánica pero con adecuada permeabilidad, que permite un correcto drenaje en épocas de fuertes lluvias.
Yecla cuenta con unas condiciones climáticas idóneas para el cultivo de la Monastrell, que expresa todo su potencial a través de vinos con un color intenso, muy expresivos y afrutados en nariz, con taninos vivos en boca y con gran estructura. Esta variedad, que supone el 80% de la uva cultivada en Yecla, seguida de variedades como Garnacha tintorera, Tempranillo, Syrah, Macabeo, Mersegurera o Chardonnay.
En Yecla encontramos vestigios de la elaboración de vino por parte de fenicios, griegos y romanos, e incluso restos arqueológicos que nos hablan de importantes estructuras vinícolas en el paraje de la Fuente del Pinar, que han sido utilizadas a lo largo de los siglos. En el siglo XVI ya se considera Bodega Mayor la producción de vinos de esta zona.
En la actualidad hay nueve bodegas adscritas a la Denominación de Origen Protegida Yecla: Bodegas La Purísima, Bodegas Castaño, Bodegas Conde de Montornés, Bodegas Candela e Hijos, Bodegas Evine, Bodegas Viñavista, Bodegas Barahonda, Bodegas Casa Boquera y Viñedos Casa de las Especias.
Todas estas bodegas dedican gran parte de sus recursos a la experimentación constante para conseguir vinos de gran calidad. También encontramos en ellas una viticultura basada en la baja producción y el respeto hacia el medio ambiente.
En la campaña 2020/21 se han comercializado más de 5 millones de litros de vino, acercándose a la cantidad de la campaña anterior a la pandemia del Covid-19. Estos vinos han sido obtenidos de 4.333 hectáreas de viñedos adscritos a la DO Yecla.
Fiel a ese espíritu exportador, la DO Yecla realiza misiones inmersas cada año a las que acuden periodistas, prescriptores y profesionales de la hostelería de diferentes países europeos, con el objetivo de darles a conocer las particularidades de la cultura, la gastronomía y los vinos de Yecla.
Aunque como decimos, la DO Yecla ha sido tradicionalmente una DO exportadora, la crisis del coronavirus ha supuesto una oportunidad de abrirse al mercado español. Para ello, además de la amplia oferta de enoturismo ofrecida por las bodegas, se ha lanzado la marca ‘I Love Yecla’, con la que se pretende llegar a un público más joven, resaltando cualidades como la relación calidad-precio o la versatilidad de los vinos. Este es el objetivo principal de la campaña ‘Di sí a Yecla’, con la que se invita al público a atreverse a decir sí a unos vinos menos conocidos pero con mucho por ofrecer.
*Resumen del artículo publicado en ‘Vinos vinos’.